Alejandra Baldrich

Ya no necesito que me salven, he crecido. Cuando doy es porque así lo elijo sin esperar nada a cambio. No deseo que me llenen los vacíos, mis locuras y mis miedos se sientan en mi mesa y a veces lloran conmigo. He aprendido a estar sola sin morirme de frío. Ya no espero halagos, no me hacen sucumbir los reproches no me crean culpa los vampiros ni discentir con sobradoras voces. No le escapo a mi sombra que a veces se muestra desquiciada. Sé que es mi maestra y me agudiza la mirada. Sé lo que necesito, sé donde a veces caigo, puedo hacer lo que guste sin sentir que me delato, viajo liviana en la coherencia de sentir lo que pienso y traducirlo en estas letras. Ya no me salgo de mi sendero Me siento completa.