Se tú!
Me he quitado la corona. Esa que yo sola me puse. La de reina que todo lo soluciona. La de mujer perfecta que nunca se equivoca. La que siempre piensa antes en los demás que en ella. La que se olvida de sus necesidades por satisfacer a otros.
Mira: ¡he aprendido a hacer juegos malabares con ella!
A mi también me gusta que me dediquen tiempo, que me ayuden con mis problemas, que me hagan reír.
No quiero ser reina de nada ni de nadie. Mi castillo me lo construyo yo sola.
Ahora solo dedicaré mi tiempo a la gente de verdad, la que sonríe sin mentiras, la que te abraza y te cruje el cuerpo entero. La que sin palabras te entiende y te da sin pedir.
No tengo castillo ni quiero.
Solo necesito quererme.
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