y empecé a ser yo...

 ...Y EMPECÉ A SER YO

Un día desperté y entonces fui al rescate de mi propio yo.

Desde que recuperé mi esencia, me dicen que sonrío con la mirada.

Desde que me descubrí mujer completa, así con lo que soy y lo que no, mi paz me abraza, el miedo y la duda dejan de visitarme con frecuencia y cuando llegan me empujan a tener el coraje de vencerlos.

Desde que me perdoné y dejé las expectativas sanó mi alma, mi cuerpo marcado de triunfantes cicatrices me recuerda a diario lo fuerte que soy y de lo que aún no descubro que soy capaz, ahora confirmo que los límites los elijo yo.

Desde que desperté y me permito vivir ese amor tan grande que a mi alrededor respiro, el mismo que me invita a vestirme de esperanza, ya que por fin entiendo que cada amanecer me ofrece mil caminos,

¡Anda! me grita, -aún tienes pies para dejar sabias y experimentadas huellas.

Desde que me vi al espejo desnuda y me abracé así tal cuál, con mis más y mis menos y te agradecí cuerpo mío lo hermoso y perfecto que eres, lo invencible que me has demostrado ser al derrotar a mis demonios disfrazados de enfermedad, de tristeza, de miedo.

Ahora me dicen por ahí ¡que bonita te ves! y aprendí que es el resultado de amarme y respetarme.

Desde que me ocupo y no me preocupo, todo se acomoda sólo, el rompecabezas de mis días se ordena sabiamente y todo fluye, la desesperanza se ha ido y la paciencia es mi mayor ejercicio día a día, pues comprendo que todo llega a su tiempo, que lo real y verdadero se fortalece y se da con trabajo y constancia, lo fácil y rápido así como llega se va.

Desde que rescaté mi esencia y acepté todo lo que soy, me digo a mi misma:

¡Qué bonita luzco desde que empecé a ser yo y que bonita me veo a través de mi mirada!

Aurora Orozco