Lo mismo de siempre. Lo de Will Smith es lo mismo de siempre. La narrativa patriarcal que presupone que las mujeres transitamos de la tutela paterna a la de los hermanos varones, si los hay. De ellos, a los novios. Y de los novios, a los maridos. Y nuestra agencia propia no existe en todo este entramado. No se potencia, no se promueve, no se presupone. Amén de todo ello, la paradoja está en que a lo largo y ancho del orbe nosotras recibimos dosis de violencia, abusos y agresiones de esos mismos que se hacen garantes de nuestro bienestar. En las familias, en los noviazgos, de los amigos y maridos. Por lo que ante todo este absolutismo machista (todo por ella, pero sin ella), que defiende con agresividad a quien ni ve ni contempla como sujeto de derechos real, las mujeres tenemos que aprender a defendernos. A no poner gestos de incomodidad sin decir nada. A responder ante una agresión. A tratar nuestras heridas traumáticas, esas que hacen de nuestros cuerpos, piedra. Aprender a dejar d